Yo no sé a dónde fue a parar Juanita, el caso es
después trabajó por años en una tienda de víveres muy conocida que se llama La Molienda. Una vez me la encontré en
una guagua y me hice el bobo, pero por la forma en que ella me miró sé que me
conoció. Con el tiempo se jubiló y ahora vive en una playa.
Luz siguió casada con Dubois, pero éste empezó a
sentirse muy mal y lo conversó con Tranquilino, que le aconsejó coger una
muestra del café con leche del desayuno. Como Tranquilino tenía muchos amigos
en la Policía, no le fue difícil hacerla analizar. Encontró que
tenía arsénico. Luz estaba
matando a Dubois poco a poco. Él se la llevó aparte y le dijo: Fíjate, yo sé que tú me estás matando pero
no quiero escándalos. Así que recoge lo tuyo y sal de aquí ahora mismo. Y
eso mismo hizo. Ella, que llegó con un maletín, una muda de ropa y una jeringuilla, sacó siete
camiones de tarecos. Contaba mi madre que Dubois se paró en la portería de
atrás a mirarlos salir y cuando se fue el último gritó ¡Solavaya! Y cerró con candado.
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