martes, 17 de julio de 2012

Había un solo establecimiento designado para reservar habitación en todos los hoteles. Carpeta Central se llamaba y quedaba debajo del hotel Habana Libre. Apenas amaneció, Alexis y yo nos fuimos de plantón a la Carpeta. Pasó un viejo gay de Santiago y el chico se levantó: “Voy a pedirle dinero”. Como a los diez minutos regresó con sesenta pesos. Ya por la tarde nos alojaron en un hotel llamado Regis que está en Prado y Colón. No lujoso pero tampoco malo: aunque no tenía restaurante, estaba bien. Me gustó la habitación, el balcón y no estar solo.

Algunas mañanas nos íbamos a las playas de Marianao. Cuando regresábamos por la tarde con los bañadores mojados, los ocultábamos en unos arbustos de la calle N y nos íbamos a recorrer la noche. Siempre las encontramos en el mismo sitio. Igual que en Puerto Príncipe, el muchacho causó sensación. Era bonito y todo lo demás, pero en cualquier grupo que está aburrido de verse a diario, todo ingreso –carne fresca- llama la atención. La gente cubrió de atenciones al chico. Alexis estaba lleno de buenas cualidades, pero era una yegua mala. No tenía la menor noción de la amistad y se iba con cualquiera que le pintara monas. Aparte de que se sabía hermoso y adorado. Al cabo de una semana regresamos a Santiago.

Apenas llegados, dos gays de cierta edad; Gagá Placeres y Haroldo, lo envolvieron. Una noche ambos poderosos gays organizaron una fiesta íntima para celebrar el cumpleaños Alexis. Me incluí para no pasar por verraco –la maniobra de sonsacamiento era más que evidente. Durante uno de los numerosos juegos que se improvisaron amenacé de muerte a cualquier loca que lo manoseara. Parece que se impresionaron, pues nada ocurrió. Al día siguiente Alexis me  dijo que no aguantaba más y que era mejor no seguir.

Cuando él regresó a La Habana se hizo amante de un personaje llamado Yoko y después del cajero de una pizzería. Acá en Santiago lo había sido del trovador Claudio Aroche. Quién sabe de cuántos más. Como ya dije, durante años estuvo apareciendo y desapareciendo, hasta que se fue de Cuba a principio de los ’80.